2/29/2008

El circo en el baldío


Y todos los chicos contentos (algunos grandes también).
Un frío que paraliza y sillas de metal heladas bajo una carpa agujereada intentaban boicotear la alegría de ver al payaso torpe, al león flaco pero fiero, a los sorprendentes equilibristas.
Después de una semana seguían su viaje por otros pueblos.

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